PORQUE
TE CONFUNDES Y TE AGITAS ANTE LAS SITUACIONES DE LA VIDA?
DEJAME
AL CUIDADO DE TUS COSAS Y TODO TE IRA MEJOR, CUANDO TE ABANDONES A MI, TODO SE
RESOLVERA CON TRANQUILIDAD SEGÚN MIS DESIGNIOS.
NO
TE DESESPERES, NO ME DIRIJAS UN ORACIÓN AGITADA, COMO SI QUISIERAS EXIGIRME EL
CUMPLIMIENTO DE TUS DESEOS.
CIERRA
LOS OJOS DEL ALMA Y DIME CON CALMA; SEÑOR YO CONFIO EN TI.
EVITA
LAS PREOCUPACIONES ANGUSTIOSAS Y LOS PENSAMIENTOS SOBRE LO QUE PUEDE SUCEDER
DESPUÉS, NO ESTROPEES MI PLANES QUERIÉNDOME IMPONER TU IDEAS.
DEJAME SER DIOS Y ACTUAR CON LIBERTAD.
ABANDONATE
CONFIADAMENTE EN MI, REPOSA EN MI Y
DEJA EN MIS MANOS TU FUTURO. DIME
FRECUENTEMENTE, “SEÑOR YO CONFIO EN TI”.
LO
QUE MAS DAÑO TE HACE ES TU RAZONAMIENTO, TUS PROPIAS IDEAS Y QUERER RESOLVER
LAS COSAS A TU MANERA.
CUANDO
ME DICES, “SEÑOR YO CONFIO EN TI”, NO SEAS COMO EL PACIENTE QUE PIDE AL
MEDICO QUE L CURE, PERO LE SUGIERE EL MODO DE HACERLO.
DEJATE LLEVAR EN MIS BRAZOS DIVINOS, NO TENGAS MIEDO.
YO TE AMO.
SI
CREES QUE LAS COSAS EMPEORAN O SE COMPLICAN A PESAR DE TU ORACIÓN SIGUE
CONFIANDO. CIERRA LOS OJOS DEL ALMA
Y CONFIA. CONTINUA DICIÉNDOME A
TODA HORA “SEÑOR, YO CONFIO EN TI”.
NECESITO
LAS MANOS LIBRES PARA PDER
OBRAR. NO ME ATES A TUS
PREOCUPACIONES INÚTILES. LAS
FUERZAS DEL MAL QUIEREN SOLO ESO; AGITARTE, ANGUSTIARTE, QUITARTE LA PAZ.
CONFIA SOLO EN MI. YO HAGO
LOS MILAGROS EN LA PROPORCIÓN DEL ABANDONO Y LA CONFIANZA QUE TIENES EN MI.
ASI QUE NO TE PREOCUPES DEJA EN MI TODAS TUS ANGUSTIAS Y DUERMES
TRANQUILO.
DIME
SIEMPRE “SEÑOR, YO CONFIO EN TI” Y VERAS GRANDES MILAGROS.
TE
LO PROMETO POR MI AMOR.
¿Has escuchado las advertencias de Dios? Escucha, Job,
mis palabras, pon atención a mis discursos. Ya ves que he abierto mi
boca, y he empezado a hablar. Mi corazón me dicta las palabras de
sabiduría que pronunciaré con claridad. El espíritu de Dios me hizo, y
el soplo del Omnipotente me dio vida. Si puedes, respóndeme, está atento
en contra mía. Mira, ante Dios soy igual que tú, también yo fui
modelado de barro. Por eso, no tendrás que atemorizarte ante mi, ni
temerás que te apremie mi mano. No dejas de repetir, pues he oído el son
de tus palabras: "Sou puro, no tengo pecado; estoy limpio y en mí no
hay culpa. Dios es el que busca pretextos y me tiene por su enemigo;
pone trabas a mis pies y vigila mis pasos." En esto no tienes razón, es
lo que te quiero decir, porque ciertamente Dios es más grande que el
hombre. Tú que te quejas de él porque no responde a todas tus razones.
Pero mira que Dios habla una vez y no lo repite dos veces. En sueños, en
visión nocturna, cuando desciende el sueño sobre los hombres, él les
abre el entendimiento y los espanta con apariciones, para retraerlos del
mal y apartarlos del orgullo. Así libra sus almas del sepulcro y salva
su vida de la muerte. También instruye Dios al hombre, en su cama, por
medio del dolor y de la fiebre, cuando está hastiado del pan y rechaza
los manjares apetitosos. Cuando su carne desaparece a la vista y los
huesos se transparentan, cuando su alma se acerca al sepulcro y su vida a
la morada de los muertos. Si hay junto a él en ese momento un ángel de
Dios, un intercesor que le indique su deber, que tenga piedad de él y
diga: "Líbralo, ¡Oh Dios!, de bajar al sepulcro, he encontrado el
rescate para su vida." Entonces, su carne rejuvenece como en los días de
su adolescencia. Ruega a Dios y es escuchado de él y contempla alegre
el rostro de Dios. Luego publica lo sucedido y dice entre los hombres:
"Había yo pecado y torcido el derecho, pero Dios no me ha tratado según
mi culpa, libró mi alma del sepulcro y vivo ahora gozando la luz." Esto
es lo que hace Dios, dos y tres veces con el hombre, para sacar su alma
del sepulcro e iluminarla con la luz de los vivos. Fíjate, Job, y
escúchame, guarda silencio y yo hablaré. Si tienes algo que decir,
respóndeme, habla, que yo quiero darte la razón. O si no, escúchame, y
yo te enseñaré la sabiduría.
Donde hay fe hay amor, donde hay amor hay paz, donde hay paz esta Dios y donde está dios no falta nada
.
Las decisiones de dios son misteriosas, pero siempre a nuestro favor.
¡El amor! Es el ala que Dios ha dado al alma para que pueda subir hasta él.
Dios es el mísmo, aunque tenga mil nombres; pero tienes que escoger uno para llamarlo.
Cuando dios quiere enloquecer a alguien, satisface todos sus deseos.
Escucha hoy a Dios
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